La sensibilidad dental no es infrecuente, y es exactamente lo que parece: dolor o malestar en los dientes como respuesta a estímulos, como el calor o el frío. La sensibilidad dental puede afectar a uno o más dientes y puede ser temporal o crónica. Si no se trata, la sensibilidad puede empeorar, pero a menudo se trata fácilmente con un cambio en tu rutina de higiene bucal.
Entonces, ¿cómo sabes que tienes dientes sensibles? Generalmente, sentirás dolor en la raíz de los dientes con ciertos factores desencadenantes. Estos desencadenantes incluyen alimentos o bebidas calientes o fríos, alimentos o bebidas dulces o ácidas, aire frío o durante el cepillado, el uso del hilo dental o el enjuague bucal. Estos síntomas pueden aparecer y desaparecer y pueden sentirse leves, moderados o graves.