Tu boca, un espejo de tu salud general
Sin duda alguna, la boca es la puerta de entrada al organismo, pues a través de esta pasan un sinnúmero de virus y bacterias, que pueden afectar otros órganos o, por el contrario, reflejar alguna señal de alerta que indique que algo no anda bien en otros sitios de nuestro cuerpo.
Mantener un buen cuidado bucodental no solamente previene patologías orales como la caries o la gingivitis, sino que también puede contribuir en el diagnóstico de enfermedades sistémicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios e, incluso, problemas renales, del hígado o gastrointestinales.
Enfermedades sistémicas que se reflejan en la salud oral
Diabetes
Cuando esta patología no está controlada, hay un riesgo mayor de desarrollar enfermedad periodontal y pérdida de dientes, gracias a la alteración del proceso de cicatrización. Además, es más común encontrar signos como la boca seca y las infecciones recurrentes (por la respuesta baja del sistema inmune). Por eso, un dentista podría ser el primero en evidenciar algunos signos de diabetes no diagnosticada.
Osteoporosis
Esta enfermedad que afecta los huesos, también puede manifestarse en los maxilares, debilitando el soporte óseo de los dientes y favoreciendo su movilidad y pérdida, siempre y cuando las condiciones de higiene no sean óptimas. Adicionalmente, es un factor crucial a tener en cuenta a la hora de hacer algún tratamiento de implantes dentales.
Deficiencias nutricionales
La falta de vitaminas como la C o la D son fundamentales para mantener una buena salud oral. Su deficiencia se ve reflejada en debilidad de la estructura dental, el mayor riesgo de caries, la inflamación de las encías y la aparición de úlceras.
Enfermedades del corazón
Se ha demostrado que la periodontitis severa tiene relación con el aumento del riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. Las bacterias patógenas presentes en la boca pueden viajar a través del torrente sanguíneo y favorecer la formación de placas en las arterias, contribuyendo al desarrollo de endocarditis bacteriana o al empeoramiento de la hipertensión arterial.
Problemas digestivos, renales o del hígado
El reflujo gastroesofágico puede causar erosión del esmalte dental, debilitándolo y generando sensibilidad. Por su parte, algunas alteraciones del riñón o del hígado pueden manifestarse a través de la boca con olores desagradables y fuertes.
¿Qué puede revelar tu boca de tu salud general?
- Movilidad dental, condición agravada por presencia de osteoporosis o diabetes no controlada.
- Mal aliento persistente, asociado a trastornos digestivos, renales o hepáticos, procesos infecciosos o diabetes.
- Encías inflamadas que sangran, reflejo de enfermedad periodontal, alteraciones del sistema inmune, cambios hormonales o enfermedades autoinmunes.
- Desgaste o fracturas del esmalte pueden ser signo de bruxismo, apretamiento dental, reflujo gastroesofágico e, incluso, desórdenes alimenticios como la bulimia.
- Úlceras y manchas blancas en la lengua, pueden reflejar infecciones por hongos (candidiasis) o bacterias, anemia o inmunodeficiencia.
¿Qué hacer si notas cambios extraños en tu boca?
Visitar regularmente al dentista no solamente protege los dientes, sino que también puede ayudar a diagnosticar tempranamente algunas enfermedades generales o realizar tratamientos tempranos que eviten complicaciones futuras.
Lo más importante es no ignorar los cambios o señales que tu boca refleje, para evitar que el problema avance y sus consecuencias sean mayores. De ahí la importancia de hacer revisiones y limpiezas, al menos, dos veces al año.
Tus dientes no solo cuentan tu historia dental, sino también la de tu salud general. No ignores las señales que tu boca te da.
Un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y una complicación mayor.
Consejos de tu dentista
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol
- Alimentarse bien, llevando una dieta rica en frutas y verduras
- Mantener siempre una adecuada higiene oral, sin olvidar el hilo dental
- Informar a tu dentista sobre enfermedades que padezcas o medicamentos que tomes
- Consultar inmediatamente ante cualquier cambio en tu boca, por pequeño que parezca
- Acudir a revisiones y limpiezas profesionales cada 6 meses, así no haya signos de alarma
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